Desde hace mucho tiempo sufría migrañas y entumecimiento en las manos. Nunca pensé que tuvieran nada que ver con la boca. Pero acudí a Eider por recomendación de una amiga dentista, y ya desde el primer día de tratamiento noté la mejoría. Ha pasado ya un año desde entonces, y mi calidad de vida ha mejorado considerablemente, así que no tengo más que palabras de agradecimiento para Eider. No sólo por su profesionalidad, si no también por el cariño con el que me ha tratado siempre. GRACIAS.