Es una frase que oigo mucho en la consulta. Las razones son de lo más variadas: me hicieron un empaste hace tiempo y desde entonces no cierro la boca como antes, llevo férula por las noches y ahora no puedo abrir los paquetes de patatas con los dientes, o antes me mordía las uñas y ahora no puedo..algo ha cambiado en mi boca y estoy super incómodo.¡ARREGLÁMELO!
Hábitos nada recomendables los de abrir paquetes con los dientes, morderte las uñas…pero que a vosotros os sirven como detector para saber que algo no va bien.
No es usa sensación agradable: es como llevar una pequeña china en el zapato, vas pisando raro, intentando encontrar una postura para evitar la piedra y el resto del cuerpo se tiene que acomodar a esa nueva posición. Al poco tiempo van surgiendo los daños colaterales, por pisar mal se te carga la espinilla, los gemelos o incluso la cintura. Pasa exactamente igual en la boca:como colocas la mandíbula en una posición diferente los músculos que tiran de ella se resienten y aparecen dolores de cuello, espalda, cabeza.. Muchas veces no las asociamos a la boca y podemos pasarnos yendo al fisio una eternidad sin solucionar el origen del problema (debo decir, que son cada vez más los fisioterapeutas que controlan de oclusión dental, al igual que somos cada vez más los dentistas que controlamos más de postura o cuerpo de cuello para abajo).
La buena noticia es que es algo reversible. Se puede saber cual es el,los contactos que provocan esa mala función de la boca y con un equilibrado volver a una posición de confort en la que sientas » así sí», que reconozcas tu mordida y que no provoques esas sobrecargas musculares.